La antropometría, nuestra gran aliada. (1ª parte)
Que tal amigos lectores, en esta ocasión vamos a hablar de una de las herramientas más útiles e importantes con las que cuenta ya sea un nutriólogo, asesor nutricional, entrenador profesional etc… tanto para medir los avances que tienen las personas a nivel de un cambio estético en su forma corporal así como en su salud; la antropometría.
Hace algunos años (y hoy en día) cuando una persona acudía con algún “profesional” de la estética corporal bastaba con que lo observaran de varios ángulos para que se le diera una dieta totalmente empírica y fuera de cualquier fundamento científico solo por que al asesor le había dado resultado en sus buenos años. Hoy en día todas las ciencias destinadas a la mejora de la estética corporal han avanzado muchísimo, así como las necesidades de los pacientes. Además cada vez las personas se preocupan más por su apariencia física y la presión social por lucir en el caso de las mujeres con una proporción perfecta (100, 66, 100)% en busto, cintura, cadera y en el caso de los hombres con un abdomen plano y unos brazos grandes y definidos cada día es mayor.
Por todas estas causas todos los profesionales destinados a este ramo necesitan tener cada vez más fundamentos científicos y apoyarse en todas las ciencias auxiliares que tengan a la mano tanto para lograr los cambios necesarios en los pacientes como también tener una forma cuantitativa de verificar sus cambios. De aquí la importancia de la antropometría.
Un poco de historia…
La antropometría evalúa, a través de mediciones diversas, las características humanas de tamaño, forma, proporción, composición, maduración y función bruta, y estudia los problemas racionados con el crecimiento, el ejercicio, el rendimiento y la nutrición.
Según los científicos Ross y Marfell – Jones en el año de 1982, definieron la antropometría como la interfase cuantitativa entre la anatomía y la fisiología, o entre la estructura y la función.
Las aplicaciones de esta ciencia están relacionadas al aporte de información sobre el crecimiento y desarrollo, nutrición, ejercicio, actividad física y performance.
Su relevancia es debido a las implicancias para la medicina, kinesiología, nutrición, educación física, entrenamiento deportivo, los deportes, la educación, la salud pública y política del estado.
La antropometría permite el estudio de la forma del cuerpo a través de un estudio especial llamado Somatotipo, el análisis de la composición, a partir del estudio de composición corporal, y el estudio de las proporciones corporales a través de la proporcionalidad.
De esta manera requiere del cumplimiento de reglas particulares de medición, que han sido determinadas por cuerpos formativos nacionales e internacionales.
Datos necesarios para un perfil antropométrico.
Los principales datos que necesitamos para realizar un perfil antropométrico son: pliegues cutáneos, perímetros musculares, diámetros óseos y peso.
Pliegues cutáneos.
Un pliegue cutáneo es la medición en milímetros de una doble capa de grasa subcutánea con una pinza o calibre especialmente diseñada (plicómetro).
Como se puede apreciar, el concepto general es como pellizcar la piel, aplicar la presión del plicómetro y medir lo que se denomina valor comprimido. En la teoría esto mediría la acumulación de grasa corporal aunque debo aclarar que esto no es tan simple.
Un pliegue cutáneo se constituye por la piel y la grasa subcutánea acumulada. Pero no siempre la compresibilidad o dureza de la piel es la misma. Esto quiere decir que probablemente dos personas tengan la misma cantidad de masa grasa pero el valor del pliegue puede diferir. Esta es una de las razones por las cuales la medición de los pliegues cutáneos no representa en su totalidad la grasa acumulada. Otra razón estaría dada por la imposibilidad de este método de medir la grasa visceral o abdomino-visceral.
A pesar de esto, la obtención del porcentaje de grasa a través de la utilización de pliegues cutáneos es la más utilizada debido a la simplicidad del proceso así como la gran aproximación que tiene a la realidad.
Los pliegues cutáneos que comúnmente se miden son los siguientes:
- Tricipital
- Subescapular
- Bicipital
- Cresta ilíaca
- Supraespinal
- Abdominal
- Muslo frontal
- Pantorrilla medial
- Axila medial.
Perímetros musculares.
Un perímetro muscular es el registro de la circunferencia en centímetros de un sitio anatómico específico.
Cabe aclarar que aunque en general la mayor cantidad de masa que forma estas variables es la masa muscular esto no es de todo correcto puesto que el perímetro incluye también tejido óseo, tejido graso y piel en general.
Los perímetros que comúnmente se miden son los siguientes:
- Cabeza
- Cuello
- Brazo relajado
- Brazo contraído
- Antebrazo
- Muñeca
- Tórax
- Cintura
- Cadera
- Muslo
- Pantorrilla
- Tobillo
Diámetros óseos.
Un diámetro óseo es la distancia recta que existe entre dos puntos de referencia óseos, medida en centímetros o pulgadas. Existen distintos diámetros óseos que se toman como referencia para realizar posteriormente el análisis antropométrico. Algunos de ellos son:
- Biacromial
- Bi-iliocrestoídeo
- Transverso del tórax
- Antero-posterior de tórax
- Húmero
- Fémur
Todos estos datos serán usados en la obtención de la composición corporal, el somatotipo, la proporcionalidad, predicciones de la densidad corporal y a partir de ella la obtención del porcentaje de grasa, determinación de índices que permiten obtener conclusiones acerca de distintos factores que pueden o no influir sobre la salud del paciente.
Bueno, ustedes se preguntarán, ¿se necesitan obtener absolutamente todos estos datos para poder medir los avances corporales de una persona cada revisión? Yo respondería que no.
En mi experiencia en casos prácticos yo solo recomendaría la utilización de los valores más significativos para tener una idea clara de los cambios físicos de las personas. A continuación mostraré un ejemplo de una tabla que yo utilizo con mis pacientes.
Bueno amigos, espero que este artículo les haya servido para saber lo importante que es el tener siempre una base científica para poder medir los avances que vamos teniendo consulta tras consulta y no solo quedarnos con una simple visón corporal totalmente superficial y sin ningún punto de comparación.
En la segunda parte de este interesante artículo hablaremos de cómo se pueden utilizar todos estos datos no solo para verificar los cambios estéticos que se presentan en los pacientes sino también como podemos saber que tanto riesgo tiene la persona de sufrir algún problema de salud que conlleve a un “síndrome metabólico”.
Y recuerden que siempre antes de comenzar con un programa de dieta y ejercicio acudan con una persona capacitada y de su plena confianza, ya sea un especialista en nutrición deportiva, un asesor nutricional, un entrenador profesional etc…